Charlie Chaplin: uno de los nuestros / por Manuel Yáñez
Tipo de material: ArtículoIdioma: Español Detalles de publicación: Medellín : Centro Colombo Americano, 2017Descripción: páginas 12-15ISSN: 0121-3776Tema(s): jamgz2018-05 | Chaplin, Charles 1889-1977 | Cine -- Revistas -- Colombia | Cine -- Revistas -- Medellín | Publicaciones Seriadas -- Colombia | Publicaciones Seriadas -- Medellín | Cine comico -- Comediantes -- Crítica e interpretación | Cine norteamericano -- Película cinematográfica -- Crítica e interpretación | Cine estadounidense -- Películas cinematográficas -- Crítica e interpretación | Cineastas norteamericanos -- Crítica e interpretación | Cineastas estadounidenses -- Crítica e interpretación | Cine comico norteamericano -- Crítica e interpretación | Cine comico estadonidense -- Crítica e interpretación | Kinetoscopio No 120Recursos en línea: Haga clic para acceso en línea En: Kinetoscopio No. 120 (octubre - diciembre, 2017)Resumen: Si hay un director que a lo largo de la Historia ha trascendido el ámbito de la cinefilia para conquistar, con espíritu humanista y vigor artístico, el imaginario popular, ese ha sido Charles Chaplin. La vigencia del impacto emocional y del discurso filosófico de su cine afloran cada vez que un niño descubre el valor de la ternura y el juego a través de su cine, o cada vez que en las escuelas o en los medios de comunicación se utilizan imágenes de El gran dictador (The Great Dictator, 1940) para reflexionar sobre el absurdo de los integrismos, la intolerancia y la megalomanía. Sin embargo, cabe recordar que Chaplin ya fue reconocido como un gran artista en vida –a finales de la I Guerra Mundial, era uno de los hombres más famosos del mundo–. La esencia popular de su arte, la cohesión temática de su cine y, sobre todo, la fama que alcanzó su mayor creación y alter ego, el vagabundo (‘the Tramp’), permitieron que la obra de Chaplin fuese comprendida –en un tiempo en que el cine solía ser considerado puro entretenimiento– como un proyecto artístico de gran altura: un flujo creativo homogéneo, unitario, identificable. Así, es posible entender que en la primera lista de mejores películas de la historia, organizada en 1952 por la revista británica Sight & Sound, sus películas Luces de la ciudad (City Lights, 1931) y La quimera del oro (The Gold Rush, 1925) ocuparan el segundo y tercer puesto del ranking, sólo por detrás de Ladrón de bicicletas (Ladri di biciclette, 1948) de Vittorio De Sica.No hay ítems correspondientes a este registro
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